A 5 kilómetros al norte de la ciudad, un capricho físico de la naturaleza dio nacimiento a la llamada Piedra volada, que llama la atención a las personas que cruzan por la carretera de libramiento del municipio.
La Piedra volada parece estar endeblemente suspendida del cerro, pero ni las tormentas o huracanes han podido hacer que se venga abajo. Este lugar fue testigo de momentos importantes durante la Revolución Mexicana, donde las fuerzas rebeldes del General Álvaro Obregón se enfrentaban contra las fuerzas federales.