Domingo 16 de Enero de 2022
Por: José Luis Islas Pacheco,
Cronista Municipal Vitalicio de Empalme, Sonora
En sesión del Congreso del Estado celebrada el 24 de octubre de 1917, el Poder Legislativo había resuelto que los comisarios serían votados anualmente en elección popular directa, y así quedó plasmado en la Constitución Política.
La Ley Orgánica Electoral respectiva fue publicada en el Boletín Oficial No.5 del Gobierno del 11 de julio de 1918. Esto permitió a los empalmenses ejercer la democracia, con lo que se abrió la puerta a rencillas y diferencias, aunque también a libertades que habían permanecido adormiladas. José María Valdez fue el primer comisario elegido, en 1918, al amparo de la citada Ley Electoral.
A propósito de elecciones, cierta ocasión que se eligió al comisario del pueblo, que tuvo como escenario el kiosco de madera de la plaza Centenario, demolido en 1952; cuyos contendientes fueron el conductor de trenes «El Vaquero» Castro y don Raúl Ramírez, no faltó alguien que gritara, justo cuando hablaba don Raúl Ramírez, «ese no, porque está muy viejo». Contestando prontamente don Raúl: «Bueno, me quieren para comisario o me quieren para garañón?».
Cuando hizo uso del estrado «El Vaquero» Castro, una voz anónima gritó: «El Vaquero no sirve como autoridad, es muy malhablado», encendiendo la sangre del candidato que espetó: «Ese hijo de su %$#&/%#&%$ habla a lo tarugo, y si no le gusta pues que vaya mucho a %%EDITORCONTENT%%amp;/&%$#$%. Por obvias razones ganó don Raúl.
En mayo de 1937 la comisaría se convirtió en municipio, según el Boletín Oficial No. 17, tomo XXXIX del 8 de agosto de 1937. Después, el 31 de enero de 1940, el Congreso del Estado decretó la supresión de Empalme como municipio libre, tal como lo testimonia el Boletín Oficial No. 9 del 31 de enero de 1940. En agosto de 1953, se promulga la Ley que erige en municipio libre la comisaría de Empalme.
La categoría de ciudad la obtuvimos el 9 de agosto de 1961, registrada en el Boletín Oficial No. 12 del Estado, Ley 82, Tomo LXXXVIII.
En 1917 se edificaron dos naves para escuelas primarias, una para niñas y otra para varones. Como en ese año se promulgó la Constitución, se nombró a una de ellas “Artículo 123”, hoy primaria “Jesús García Corona”, que habla precisamente del sector obrero. La fundamentación del Artículo 123, que subraya que todas las personas tienen derecho al trabajo digno y útil, garantizando así los salarios para satisfacer las necesidades propias y a su vez ser útiles a la sociedad, penetró en la conciencia del pueblo.
En las generaciones de la ameritada escuela «Artículo 123», imperó el compromiso ante la educación, sembrando en los pobladores el mutualismo, la solidaridad y la cooperación, que arrojaron edificios y escuelas, consolidados por las aportaciones de la comunidad.
Ahí, en la “Artículo 123″ se conjugaron diversas voluntades para desplazar la madera por lo pétreo. A la vuelta de los años, siendo presidente de la República Adolfo López Mateos; Luis Encinas Johnson, gobernador de Sonora; Benjamín Méndez, gerente de ferrocarriles y Alfredo Fabela, secretario general del Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana, inauguraron un edificio digno de la entrega encomiable de Vicenta Flores, Rafael Santacruz, Rosa Flores, Belén Alamar, Adolfo Gil Zamora, María René López Salgado, sin olvidar a la profesora Amparo Ávila viuda de Valencia, que recibió el 13 de mayo de 1975 la medalla “Manuel Ignacio Altamirano”, de manos del entonces presidente Luis Echeverría; entre otros respetables educadores forjadores de mujeres y hombres que han puesto muy en alto el nombre de Empalme, Sonora.
La categoría de ciudad la obtuvimos el 9 de agosto de 1961, registrada en el Boletín Oficial No. 12 del Estado, Ley 82, Tomo LXXXVIII.